Por si no lo sabíais, pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo. Sí sí, habéis leído bien, un tercio! Lo que significa que, por ejemplo, a la edad de 50 años, habremos pasado alrededor de 16 años durmiendo… Partiendo de este dato, la importancia de un buen descanso es algo que, si no os lo habéis planteado ya, va siendo hora de hacerlo… Cualquier trastorno del sueño nos va a afectar de forma notable en nuestra vida cotidiana, ya que el sueño es una función vital para el rendimiento de nuestro organismo.
¿Y porque es tan importante dormir bien?
Muy sencillo. El ser humano NO PUEDE VIVIR SIN DORMIR. El sueño es fisiológicamente necesario. Entre muchas más razones, destacaremos las siguientes:
- Nos garantiza el equilibrio biológico con los agentes externos.
- Es restaurador y reparador.
- Fortalece el sistema inmunitario y estabiliza el sistema nervioso.
- Nos relaja y reduce el estrés.
- Mantiene controlada la presión arterial.
- Puede ayudar a bajar de peso.
- Limpia la memoria a corto plazo, es decir, nos deja más espacio para nueva información.
¿Y qué ocurre cuando no dormimos adecuadamente?
Sobre este tema se han realizado multitud de estudios que demuestran que la falta de sueño o la ausencia de este, provoca en el ser humano una infinidad de problemas para la salud. A continuación os nombramos algunos de las más importantes:
- Excesiva somnolencia en el transcurso del día.
- Aumento del estrés y mal humor.
- A nivel fisiológico, dificultad para procesar la glucosa, favoreciendo la diabetes o aumento de peso.
- Alteración del habla. Dificultad para aprender, crear y resolver problemas.
- A largo plazo, agotamiento, trastornos en el sistema inmunitario y envejecimiento prematuro, entre otros…
Si queremos aumentar nuestra calidad de vida y gozar de una buena salud, disfrutar y rendir al máximo el día a día, hacer frente a todo lo que implica la vida moderna y con la mayor energía posible, es imprescindible dormir las horas necesarias (se recomiendan 8h diarias) y que estas sean de calidad. Practicar alguna técnica de relajación y el ejercicio diario ayudan de forma considerable a prepararse para un sueño reparador. Si llegas a la cama cansado, te será mucho más fácil conciliar el sueño, y éste además será de mayor calidad. Todo son ventajas!!!
Además, elegir un colchón y almohadas adecuados, son un factor clave para hacerlo posible. La correcta elección de ambos, hará que nuestro descanso sea una maravilla y nos levantemos con energía y buen humor, o despertarnos día a día como el enano Gruñón de Blancanieves, afectando de forma negativa a nuestra vida personal y profesional. Tú eliges como quieres levantarte!!!